La historia de Kattya Colomba, como se llama ahora nuestra protagonista comienza a tejerse desde tempranos años, tal como ella deja claro. "Era una mujer en un cuerpo de hombre", es la frase con la que resume su condición, que le valió una larga lucha de reivindicación que finalmente dio frutos, por lo menos legales, al ser declarada definitivamente como ciudadana de sexo femenino.
Conocida por su centro de belleza, uno de los más "top" de Chiloé, donde da trabajo a varias personas catalogadas dentro de las "minorías sexuales", además de su veta artística como artista de Stand up comedy, la joven de 32 años ha enfrentado una lucha reivindicatoria de género que ha dado uno de sus pasos importantes.
"Mi nombre es Kattya Colomba Delgado Delgado, vivo en Chiloé y soy estilista", parte presentándose, como lo haría cualquier entrevistado, de no ser por advertir que esa identidad es suya legalmente hace solo un par de semanas.
"Mi nombre de nacimiento es Darwin Ortega", comenta, antes de declarar que "yo soy una chica transgénera y como tal nací en un cuerpo equivocado, bajo una identidad distinta a lo que mi sexo biológico había diagnosticado. Mi mente pensaba distinto a lo que era mi cuerpo", agrega.
Confiesa Kattya que "desde chica" se sintió en un cuerpo que no era el de ella, recalcando que "a temprana edad fui distinta a todos los chicos de mi entorno y que se relacionaban conmigo en ese entonces".
ACEPTACIÓN
La historia hasta este punto no tiene mucho de distinta a la de bastantes personas que desde muy niños se asimilan con lo opuesto, por una cosa más de identidad que sexual, haciendo la diferencia que no es lo mismo hablar de género que de sexo (como dicen las cédulas de identidad en Chile), donde el segundo corresponde a un determinante físico.
"La aceptación, primero que nada, hacia mí misma, pasó por un proceso, durante un periodo de tiempo y hoy en día estoy en terapia de tratamiento hormonal con endocrinólogos y especialistas en Puerto Montt", prosigue su relato la transgénera, que a diferencia de muchas decidió hace varios años ya "salir del closet" y jugársela por lo que verdaderamente siente de sí misma.
Luego de unos años de "disfrazarse" por las noches y ocasiones especiales, pasó a vestirse y lucir definitivamente como mujer, dejando atrás esa doble identidad que muchas personas llevan a cuestas y que revelan solo en sus círculos más privados.
Deja claro que el cambio de identidad legal y que su carné ahora diga "femenino" en vez de "masculino" no significa que haya pasado por la cirugía que rehaga su cuerpo, quitando las características sexuales de un hombre y añadiendo las de mujer que le faltan aún.
"Estoy en tratamiento de cirugía", advierte de un proceso que no es tan simple como decidir quitar un pene o testículos y fabricar una vagina, sino que se trata de un proceso largo, donde existe una serie de profesionales que van preparando cuerpo y mente para ese cambio que es radical para algunos y esperado por otros.
ABOGADA
Explicando cómo se hizo el cambio de sexo en el carné sin haber pasado por las operaciones médicas, Kattya Colomba cuenta que "con mi abogada decidimos que era para no sufrir menoscabo, porque normalmente en la cédula de identidad lo más típico es que te cambias el nombre pero al mismo tiempo te aparece que eres de sexo masculino, entonces era algo contradictorio tener un nombre de mujer y un sexo contrario, por lo que se luchó en la causa y finalmente se logró lo que queríamos, realizando ambos cambios en el documento".
Todo este proceso para ser declarada "legalmente mujer" se demoró poco menos de un año, donde la protagonista de esta historia recalca que "no tuve que declarar nada, sino que tuve que presentar 3 testigos que acreditaran que yo hace más de 5 años me estoy llamando como Kattya Delgado, además de certificados sicológicos, siquiátricos y otro del endocrinólogo".
Este último profesional que señala la fuente, tuvo que ver con certificar de alguna forma el hecho que la joven transgénera tiene ciertos porcentajes hormonales que hacen que esta parte de su biología se incline hacia el lado femenino.
El mismo profesional -explica- es el que la ha acompañado por más de 3 años, en todo el proceso de cambio de sexo, con un tratamiento para aumentar las cantidades de hormonas femeninas y disminuir las masculinas en su cuerpo.
A esta altura Kattya advierte que el proceso no se llama "cambio de sexo" sino "reasignación de sexo" y que al momento de la cirugía esta se hace en Valparaíso, con un cirujano especializado en este procedimiento, para el cual existe una amplia lista de espera, a la cual accedió luego de ser derivada con el visto bueno de un sicólogo y un siquiatra. "Una vez que ellos tienen el certificado que indica que yo nací como mujer y que bajo todas sus evaluaciones y estudios siempre he sido una chica, te dicen que estás apta para la cirugía y recién te dan la interconsulta", detalla.
Pese a que podría pensarse que este se trata de un proceso caro, la ancuditana pudo acceder a través de las patologías garantizadas AUGE, donde el tratamiento de reasignación de sexo y las terapias hormonales fueron incluidas hace cerca de 2 años en este programa del Ministerio de Salud.
Kattya dice no haberse sentido discriminada en todo este proceso, tanto en lo médico como en lo legal, señalando que "me siento muy conforme, porque la gente ha sido muy respetuosa, pero también eso pasa porque yo tengo muy claro mis derechos y mis convicciones, por lo tanto no voy a exigir algo que no corresponda".
CIRUGÍA
Mientras tanto, para no aburrirse en la espera de la cirugía, entre su ocupación de estilista en su centro de belleza y apariciones esporádicas en Ancud como comediante de stand up comedy, Kattya deberá dedicar una buena parte de tiempo en cambiar todos sus documentos, incluidos los del Servicio de Impuestos Internos, bancarios, de previsión social y otros.
Como mensaje para sus pares transgéneras y transexuales, Kattya Colomba Delgado Delgado, de sexo femenino, recomienda atreverse y dar el paso, donde más allá de ser reconocidas como mujeres por la ley, pueden acceder a nuevos derechos, como por ejemplo, poder casarse legalmente. J
